Un influyente centro de estudios precisó que el “Triángulo de litio de América del Sur”, formado por Argentina, Bolivia y Chile, detenta 58% de las reservas mundiales y representa una “oportunidad” para la administración Biden en los desafíos del cambio climático y la competencia estratégica con China
El Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), uno de los centros de estudios más respetados de Washington, la capital de EEUU, afirmó en un documento que la Argentina es el país “más prometedor para la expansión de la industria del litio” y que el “triángulo del litio” que forma junto con Bolivia y Chile es una “oportunidad” para la administración de Joseph Biden, tanto en la transición hacia energías más limpias como en la competencia estratégica con China, país que ya ha avanzado en la región usando incluso -señala el paper- la “diplomacia de las vacunas”.
El informe lleva el título “Triángulo de litio de América del Sur: oportunidades para la administración Biden” y precisa que la región es la de mayor disponibilidad de este recurso en el mundo ya que los tres países en conjunto detentan el 58% de las reservas mundiales, por lo que el triángulo argentino-boliviano-chileno “se convertirá inevitablemente en el nexo del codiciado mineral”.
“De las 86 millones de toneladas de recursos de litio del mundo, Bolivia posee 21 millones, seguido por la Argentina con 19,3 millones y Chile con 9,6 millones. Mientras Chile ha exitosamente transformado la mayoría de sus recursos disponibles en reservas económicamente viables para la producción comercial, la Argentina y Bolivia hasta ahora no han podido hacerlo, debido a un clima desfavorable de inversión y condiciones geográficas más desafiantes”, dice un pasaje del documento, firmado por Ryan Berg, un investigador “senior” del CSIS.
Rankings del litio
Más aún, el documento afirma que la Argentina “es el el caso más prometedor para la expansión de la industria del litio a medida que busca oportunidades que faciliten su recuperación económica”. El país, dice, tiene las segundas reservas mundiales, detrás de Bolivia, y la tercera mayor cantidad de reservas “comercialmente viables”, detrás de Chile y Australia. Al respecto, precisa que ya hay dos operaciones comercialmente en marcha, en Jujuy y Catamarca: los Salares de Olaroz y del Hombre Muerto. Además, agrega, desde 2019, se han iniciado muchas construcciones para la extracción de litio de los salares del noroeste del país y subraya que “para estimular la inversión el presidente Alberto Fernández redujo este año los impuetos (retenciones) sobre las exportaciones mineras. Y señala con optimismo que ante una “lenta mejoría” del clima de inversión puede esperarse que la industria argentina del litio “atraiga mayores inversiones en los próximos años”.
La Argentina es el segundo país en términos de reservas totales y el tercero en “reservas comercialmente viables” y además es el principal proveedor de litio de EEUU: entre 2016 y 2019, precisa un documento oficial, 55% del litio importado por EEUU provino de la Argentina, seguida de lejos por Chile (36%) y China (5%)
Uno de los documentos en que se basa el estudio es del Servicio Geológico de Estados Unidos, esto es, un organismo del Estado, que no solo precisa que el “triángulo” del litio detenta 58% de las reservas mundiales, que la Argentina es el segundo país en términos de reservas totales y el tercero en “reservas comercialmente viables”, sino que además destaca que es el principal proveedor de litio de EEUU. En el período 2016-2019, dice el documento oficial, más de la mitad del litio usado en EEUU fue importado, y los principales proveedores fueron Argentina, con el 55%, Chile, con el 36%, y muy a la distancia China (5%), Rusia (2%) y “otros” (2%).
Premisa
El análisis parte de la premisa de que la importancia del litio como mineral estratégico “aumentará exponencialmente para convertirse en un componente esencial para los sistemas de energía limpia del futuro”, tanto por su importancia para el desarrollo de tecnologías de energía limpia como la gran cantidad de reservas comercialmente viables en el Triángulo del Litio, por lo cual afirma que “la administración Biden tiene amplias razones para colaborar con Argentina, Bolivia y Chile en la lucha contra el cambio climático”
El documento el CSIS, considerado un centro capaz de influir tanto sobre gobiernos demócratas como republicanos, señala que gran parte del actual enfoque diplomático de Biden hacia América Latina pasa por el cambio climático, con foco en la deforestación de la Amazonia brasileña y la “devastación ambiental” en Venezuela. A la vez, advierte el desafío geopolítico que enfrenta EEUU en América Latina, ya que China no sólo se acercó a los países de la región y “aumentó su influencia a través de su diplomacia de las vacunas” sino que también aumentó la inversión en distintos sectores, entre ellos en el Triángulo del Litio.
Al respecto, el documento precisa que la corporación china Ganfeng Lithium es el accionista mayoritario en la operación Caucharí-Olaroz de Argentina, que comenzará a producir a mediados de 2022 y “debería convertirse en una de las principales minas de producción de litio del mundo”. El CSIS refiere la “históricamente accidentada relación de EEUU con Argentina y Bolivia” como un desafío para la gestión Biden, que podría encontrar “más dinamismo a través de la cooperación y la asociación en temas como el litio” en una perspectiva estratégica.
Para ello, propone que EEUU -en especial en lo que refiere al trabajo que desarrolla el Enviado Presidencial Especial para el Clima, John Kerry-, “podría organizar un foro de energía limpia para las principales naciones productoras de litio, que, además de los países del Triángulo del Litio incluiría a Australia, China y Canadá”.
”Los informes indican que el presidente Alberto Fernández, está considerando convocar una cumbre similar. Este esfuerzo de colaboración podría aumentar las asociaciones de inversión con Argentina, Bolivia y Chile, así como encontrar soluciones a los desafíos comunes de extracción de litio”, sostuvo el reporte.
Si la administración Biden espera alcanzar su objetivo de reducción del 50% en las emisiones de carbono para 2030, las capacidades de almacenamiento de energía de la batería de iones de litio serán necesarias para transformar la red eléctrica al capturar el exceso de energía solar y eólica. ”Sólidas alianzas público-privadas con Argentina, Bolivia y Chile podrían conducir a un aumento de las exportaciones de litio de América del Sur al resto del mundo, ayudando a los países a escala global a reducir las emisiones de carbono”, subraya al respecto del documento publicado por el CSIS.
Así, “a través de una combinación de inversión estratégica, investigación dirigida y diplomacia efectiva en asociación con los países del Triángulo de Litio (Argentina-Bolivia-Chile), Biden podría fortalecer el imperativo de combatir el cambio climático en su agenda de política exterior, fortalecer su posición en la competencia que se desarrolla con otras grandes potencias, y brindar más oportunidades de energía limpia en la región”, concluye el documento.
La importancia que el gobierno de Biden asigna al cambio climático se puso nuevamente de manifiesto ayer, en un comunicado del Departamento del Tesoro de EEUU, dirigido a los organismos multilaterales de crédito, como el Banco Mundial y el BID dejen de financiar, salvo en casos extremos, proyectos de inversión basados en hidrocarburos. La clave pasa por las energías “limpias” y la “electromovilidad”, para la cual el litio es un insumo clave. Según el Servicio Geológico de EEUU, 71% del consumo mundial del mineral se destina a la producción de baterías (para dispositivos electrónicos y vehículos eléctricos, entre otros usos) y 14% a cerámica y vidrios.