La reciente decisión del presidente Joe Biden por aprobar el uso del sistema de misiles ATACMS podría derivar en un enfrentamiento todavía más profundo entre Ucrania y Rusia, y la posibilidad certera de utilización posterior de armas nucleares en caso de que Moscú vea amenazada su soberanía.
Fabricados por Lockheed Martin, los misiles conocidos como Army Tactical Missile System (Sistema de Misiles
Los funcionarios ucranianos sostenían desde hace tiempo que poder atacar objetivos situados más en el interior de Rusia liberaría a las fuerzas militares de su país de las restricciones que les impedían llevar la guerra efectivamente a territorio ruso.
El alcance del sistema ATACMS
Desde Estados Unidos apuntan que los misiles serán utilizados, al menos al principio, contra el combinado de fuerzas rusas y norcoreanas desplegadas en Kursk, territorio del sur de Rusia capturado en los último meses por Ucrania. Los 10.000 soldados de Corea del Norte que se sumaron el mes pasado al esfuerzo bélico de Moscú causaron alarma en Estados Unidos y los países de Europa, que consideran el hecho como una ampliación de la guerra que introduce directamente al campo de batalla a los países aliados del Kremlin.
De hecho, la llegada de los norcoreanos parece haber sido el factor que convenció a la Casa Blanca de revertir su postura sobre el uso de los misiles, después de meses de resistencia.
En su mensaje al país del domingo a la noche, Zelensky dio a entender que los primeros lanzamientos se realizarían sin advertencia previa.
“Las guerras no se ganan con palabras”, dijo el mandatario. “Esas cosas no se anuncian: los cohetes hablarán por sí solos.”
El cambio de postura del gobierno de Biden abre también la puerta para que Gran Bretaña y Francia le suministren armas similares a Ucrania para atacar dentro de Rusia.
“Están echando leña al fuego”: la furia de Rusia por la autorización de EE.UU. a Ucrania para usar sus misiles de largo alcance contra territorio ruso
Desde el Kremlin hoy dijeron que la decisión del gobierno de Biden implica un grave paso más hacia una confrontación directa entre Rusia y la OTAN.
Vladimir Putin ha reiterado en oportunidades pasadas que Moscú consideraría la medida como una “participación directa” de los países de la OTAN en la guerra de Ucrania.
El Kremlin acusó este lunes a la administración de Joe Biden de “echar leña al fuego y seguir avivando la tensión” al permitir que Ucrania use misiles estadounidenses de largo alcance para atacar territorio ruso.
El portavoz del gobierno ruso, Dmitry Peskov, afirmó que la medida representa un nuevo nivel de participación de Estados Unidos en la guerra de Rusia en Ucrania.
Moscú reiteró que consideraría un ataque con un misil estadounidense en su territorio como una agresión proveniente de Estados Unidos y no de Ucrania, en un comunicado publicado este lunes.
Mientras, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso advirtió sobre una “respuesta apropiada” si esos misiles son disparados hacia su territorio.
“El uso por parte de Kyiv de misiles de largo alcance para atacar nuestro territorio representaría la implicación directa de Estados Unidos y sus satélites en las hostilidades contra Rusia, así como un cambio radical en la esencia y naturaleza del conflicto”, dijo en un comunicado.
“La respuesta de Rusia en tal caso será apropiada y tangible“, añadió.
Ucrania ya lleva más de un año utilizando el Sistema de Misiles Tácticos de Largo Alcance del Ejército estadounidense (ATACMS por sus siglas en inglés) para atacar objetivos rusos en territorio ucraniano.
Pero la decisión del presidente Joe Biden permitiría a Kyiv atacar al ejército ruso en su propio territorio con misiles que tienen un alcance de hasta 300 kilómetros y son difíciles de interceptar debido a su alta velocidad.
La medida ha provocado una furiosa respuesta por parte de diversos medios y personalidades políticas en Rusia, según reporta Steve Rosenberg, corresponsal y editor de la BBC en Moscú.
El sitio web del periódico ruso Rossiyskaya Gazeta, controlado por el gobierno, afirma que Biden ha tomado una de las decisiones más provocativas e imprevisibles de su administración y que puede tener “consecuencias catastróficas”.
El diputado Leonid Slutsky, jefe del Partido Liberal-Demócrata de Rusia, simpatizante con el gobierno de Vladimir Putin, también asegura que la decisión provocaría a una gran escalada y graves consecuencias.
Por su parte, el senador ruso Vladimir Dzhabarov la calificó como “un paso sin precedentes hacia la Tercera Guerra Mundial“.